Esperando a Vizzini

Estoy esperando a Vizzini. Dijo que volviera a donde todo empezó. Y eso hice. Aquí estoy, y aquí me voy a quedar. No me moveré. Sigo anclado en la estación. Supongo que espero tu tren, o quizás es algún tren o ningún tren. Pasaba en un rato pero, desde entonces, los gorriones han anidado en…

Cuando no duela

Solemos perdernos en el ruido que hacen los sueños al romperse, los corazones al quebrarse. Y a base de ilusiones marchitas escapamos donde la pena no alcance, donde tu indiferencia, tu desdén, casi tu egoísmo o tu insolencia no lastime más este raído corazón. Cada vez espero menos, menos sol y menos lluvia y menos…

¿Y ahora qué?

Cuando te conocí no sonaba de fondo ningún violín, y sin embargo aquel día todo empezó a ponerse de color verde y tu risa resonaba por aquellos pasillos tan impersonales como los de un hospital psiquiátrico. Y entonces cada minuto era un día y cada día un suspiro, y las noches que corrimos entre camiones…

Me vas a explicar

Me vas a explicar qué hago yo ahora con este desierto que me has dejado en el fondo del alma, en el forro del corazón. Me podías dar algo de agua para poder salir del mismo sin morirme de tu sed. Me podías contar, siempre que quieras, qué se hace cuando te pierdes por equivocarte…

Buen viaje

Buen viaje y buena caza aunque no sean propicios los tiempos ni los corazones, y los trasgos que habitan en bosques tenebrosos y sombríos no permitan que la esperanza ya ni siquiera titile fríamente entre los dedos. Aunque peor que trasgos, orcos, enanos, gigantes, sibilas, y grifos, que el basilisco que mata con su mirada,…

Hace un año

Ya todo está perdido. Hace un año quise huir de esta vida y acomodarme en la tuya. Revisaba tus fotos, recreaba tus rincones, ansiaba tu compañía hace un año. Y ahora todo está perdido. Ya no ansío tu vida ni la mía, la realidad impone su tiranía y la esperanza huyó o se suicidó o…

A veces ocurre

A veces, en alguna cena de verano, rodeado de amigos y de fiesta y alegría, no puedes dejar de mirarla. No puedes dejar de ver sus manos, sus anillos y pulseras. De oír su risa y de ver su cara y su pelo que se mueve como una gasa, mecida por el viento. Miras sus…

Ayer te vi

Ayer te vi. Tenías un gato llamado gato y escondías tu perfume en el buzón. Anduve por tu mundo, desayunamos frente a un escaparate, me perdí en las revueltas de tu caos. Desperté con miedo; no estabas allí, pero temí entrar en tu laberinto, morir allí de inanición, de sed, de desamor. No sé si…

Ojalá leyeras a mi lado

Ayer te vi, o creí verte en todas las mujeres que me rodeaban. Cómo no llenarte entonces de besos. Cómo no echarse sobre ti y abrazarte. Cómo no verte respirar y dormir y leer y reír y soñar. Cómo no amarte. Pero puede que en realidad no te viera. No fueras tú. Simplemente quise ver…

Las últimas boqueadas

Parece mentira cómo este viernes se ha ido desmoronando paulatinamente. De cómo las trazadas empezaron a torcerse anoche y, con el rumbo cambiado, la aurora de rosáceos dedos nos vino a despertar. Pero ya era tarde. Sigo leyendo «Un mundo feliz», a instancias de Sandra. Debe de ser la tercera o cuarta vez que me…