Nada cambia

Llueve. Mola. Leo a Azaña. No mola. Añoro todo. Odio lo que tengo. No lo valoro. Sigo perdido. Olvido los poemas que atraviesan mi cabeza en la duermevela de mis noches sin ti. Tendré que acostarme con un lápiz.

Esto era un poema

Esto era un poema pero el día gris y el ser humano han destrozado los propósitos. Así que esto no es un poema. No lo es porque los poemas o son poemas de amor o no son nada. Me encantan los días grises. Voy a encerrarme en el despacho, apagar la luz, ordenar las ideas….

Cara a la pared

Esto de pensar es peligroso. Lo dice mucha gente, incluso algunos de ellos inteligentes. Siempre lo intento. Aunque duela. Estas noches, plagadas irremediablemente de monstruos y otras hierbas, me proveen de suficientes horas de insomnio para seguir macerando esto que me ha tocado. Y lo de menos es la aventura equinoccial, que todo pasa y…

La última mañana

Recuerdo correr por la vía minera al son de esta canción, entre puestas de sol, atardeceres y bochorno de calor y kilómetros. Pensando en ti, cuando tú no eras tú sino otra y luego fuiste tú y, al final dejaste de serlo. Cuando el futuro era negro y vacío, menos negro y vacío que ahora….

La última vida de un gato

La primera la perdí aprendiendo a vivir. Todavía guardo en mi memoria cicatrices, reglas y excepciones para ir tirando con las otras 6. Tendré que escribir algún día ese manual de supervivencia para hundimientos generalizados, escuchando mis canciones de amor para tiempos difíciles. La segunda se quedó hace tiempo en la terraza de un bar,…

A modo de mujer para un poema

Porque todos los poemas necesitan su musa, me faltas tú. Me faltan noches estrelladas, en todos los sentidos. Tu pelo, tu risa, dos kilómetros de despreocupación, rizos rubios, melena negra. Me faltan toneladas de esperanza descargadas en la puerta de mi casa. Porque todas las musas tienen un poema me faltas tú para escribirte la…

Empezar de cero

A veces te veo, te observo. A veces bailo contigo. A veces, pocas veces, bebemos y reímos. Hablamos de nada y de todo sin decirnos lo que queremos, sin decirte lo que quiero, lo que te quiero. Y compartimos WhatsApp correos formularios horas perdidas llamadas minas contraminas discusiones letras disgustos. Nunca compartimos puestas de sol…

A modo de poema para una mujer

Ayer te encontré, y no te conozco. Encontré tus pezones cuando seguí el rastro de hormigas que llevaba de mi cicatriz a tu pelo. Te vi y te encontré, te seguí por el camino de baldosas amarillas. No sé si nos presentaron, si ellas hablaban de ti o de otra, pero anduve buscándote en noches…

Con ganas de quererte

Con ganas de quererte. Pero no me salen, o no las tengo, o se ha gastado la piedra de mi mechero y mis chispas no relumbran como antes. Hago lo imposible por quererte: leo libros, oigo a los clásicos, remuevo los escombros de mi vida a ver si encuentro tus señas o tus cartas o…

¿Vas a salvarme?

¿Vienes a a salvarme? Porque si no vas a hacerlo ni hablamos. Puedo aguantar así, en mi isla desierta, alimentándome de cocos hasta el fin de mis días. Si vas a hundirte tú para salvarme tampoco me sirves. No quiero rebuscar entre tus despojos los restos de un imperio. Dejémoslo en tablas. Sabes que quiero…