Esta es la historia de una chica revolucionada que me dijo que cumplía los años un 20 de agosto, que tenía treinta y tantos. Pero debo confesaros que nunca la creí. Porque cuando me cogía la mano y corríamos por Madrid se oían las risas de los niños saltando en los columpios; olía a hiedra…
Categoría: poesía
La chica bisiesta
Esta es la historia de una chica revolucionada que me dijo que cumplía los años un 20 de agosto, que tenía treinta y tantos. Pero debo confesaros que nunca la creí. Porque cuando me cogía la mano y corríamos por Madrid se oían las risas de los niños saltando en los columpios; olía a hiedra…
Valor añadido
La conocí una noche de verano, cómo no, en un concierto de Luis Ramiro, corriendo por las venas de su Madrid de chocolate y rosas. Lejos de ser un movimiento caótico, como todos los que sufrimos los locos inestables, acabó siendo paz en mi guerra, luz en mi tormenta, nana en mi insomnio. Acabó siendo…
Lluvia en soledad
Hoy, por fin, llueve. Esta maldita ciudad se derrama por calles y tejados, con un plomizo gris cielo sobre las cabezas. Hoy llueve sin ti a mi lado. Y no soporto los semáforos ni los telégrafos ni los escaparates ni los paraguas anegados ni las aceras resplandecientes. Porque a la lluvia le faltas tú. Añoro…
Te debo un poema
Te debo un poema, casi por accidente del destino, y aquí va. Para que despiertes en tu mañana, tras la resaca y el cansancio y las telarañas del sueño y la paz que deja la tormenta cuando pasa. Te debo un poema que construya un poemario de adioses, una biblioteca de despedidas y un cementerio…
Hoy no
Llamaron a la puerta y abrí sin mirar, pensando que eras tú. Se coló la tristeza y se sentó en mi sillón, durmió en mi cama y se comió mis yogures. Te espero en mi puerta, por ver si me ayudas a echarla de mi casa, de mi vida, de mi corazón.
Te debo un poema
Te debo un poema, casi por accidente del destino, y aquí va. Para que despiertes en tu mañana, tras la resaca y el cansancio y las telarañas del sueño y la paz que deja la tormenta cuando pasa. Te debo un poema que construya un poemario de adioses, una biblioteca de despedidas y un cementerio…
Hoy no
Llamaron a la puerta y abrí sin mirar, pensando que eras tú. Se coló la tristeza y se sentó en mi sillón, durmió en mi cama y se comió mis yogures. Te espero en mi puerta, por ver si me ayudas a echarla de mi casa, de mi vida, de mi corazón.
Poco recomendable
Ella era una chica poco recomendable. Bailaba tregua y catala (ver Historias de Cronopios y de Famas, de Cortázar), cantaba a las estrellas en las noches nubladas, soñaba con dragones, trasgos y bosques encantados, saltaba de puerta en puerta, de canción en canción hasta que mis piernas decían «basta». Lloraba con la poesía y su…
Poco recomendable
Ella era una chica poco recomendable. Bailaba tregua y catala (ver Historias de Cronopios y de Famas, de Cortázar), cantaba a las estrellas en las noches nubladas, soñaba con dragones, trasgos y bosques encantados, saltaba de puerta en puerta, de canción en canción hasta que mis piernas decían «basta». Lloraba con la poesía y su…