Allí, al fondo, está el olvido. Allí, al fondo, está la muerte. La miras, te mira, los dos en el fondo, la muerte, el olvido, tú. Yo. Allí, al fondo, está el olvido, la muerte, el dolor. Los recuerdos te abandonan, corren por los cortes de tus venas. Allí, al fondo, caes y caes hacia…
Categoría: llanto desconsolado
Una cuestión de esperanza
Estas últimas semanas, la cuestión que navegaba en el fondo era la esperanza. O más bien, su ausencia. Después de acostumbrarme a ver una salida a todo este marasmo, de ser plenamente consciente de que todo podía cambiar, cambiarlo, paso a una situación donde, como dirían los clásicos, sólo se ve el fin más allá…
El hombre más triste del mundo
Hoy no es día de mojar la pólvora. Es un día de esos en los que lo mejor hubiera sido no levantarse y no pensar. Dejar que el mundo siga cayendo por esta ladera interminable. Pero ya he descubierto que no sirve de nada. El mundo sigue cayendo, sigue dando vueltas, y a éste, al…
Vuelvo al inicio
Hoy he cerrado mi blog bastardo. Me quedo sólo con éste. Ésta es una entrada sin corazón. Simplemente para constatar y consignar que hoy mi corazón está muerto. En realidad, la fecha de defunción fue el jueves 13 por la noche, mirando al cielo. Quizá debiera morir. Era su hora. Lo dijo la cabeza. Volveremos.
Vientos de infinito
Hace dos días cerré este blog. No lo borré de puro milagro, porque estuve a una pulsación de hacerlo: aún no sé si hubiera sido lo correcto. El corazón me lo sigue pidiendo. El corazón me sigue pidiendo demasiadas cosas. Este blog, si buceas en su historia, comenzó en otro sitio, en 1997, cuando no…
Un océano de amor
Esta bitácora, este blog no deja de ser un río de una vida, la mía. Como un río, a veces es torrente, a veces río, a veces tempestuosa cascada. Como una vida. Y vierto al río mis penas, mis lágrimas, mi rabia, mi frustración y, cómo no, mi amor y desamor. Lo dije en una…
La antesala del terror
Se acercan las fiestas de mi pueblo. Como no conocéis mucho de mi historia, éstas no son fechas nada agradables para mí. Por suerte, mis vacaciones se acaban y el trabajo vendrá a salvarme, con una dosis de esperanza justo en la hora más negra, al comienzo de todo. Se empieza a terminar un mes…
Resumiendo
Y nada más que anotar en la bitácora de la desesperanza, salvo las típicas páginas de desolación.
Y todas las canciones (de amor) llevan tu nombre
Te he echado de menos hoy, exactamente igual que ayer.
Búscame
porque, ahora sí, estoy completamente perdido.