Guerra o paz

A veces no sé qué escribir. Como hoy. Como demasiados días. Quizá porque todo esto ha perdido el sentido, este blog, a veces incluso esta vida, que veía como una guerra, como la visión del niño yuntero, y cada vez tengo más dudas de si tengo razón, de si no es el momento de dejarse…

Hagamos un trato

Esta entrada es para ti. Aunque ya lo sabes. Compañera, usted sabe. Hagamos un trato. Déjalo todo: tu marido, tu trabajo, tu actual vida, tus blogs, tus miedos. Déjalo atrás. Y yo dejaré a mi esposa, mi trabajo, mi actual vida, mi blog. Lo dejaré atrás. Elige una ciudad y vayamos allí. Busquemos trabajo, piso,…

El futuro de este blog

Estamos desde 2004 escribiendo de manera ininterrumpida en esta bitácora, aunque las primeras entradas son de 1997, ya que me dio por hacer un diario en un momento en que no existían los blogs. Comenzó como un diario y una válvula de escape, a veces como un ejercicio literario, a veces como minarete desde el…

La promesa

Éste es mi último poema triste. Porque a partir de hoy, si caigo, caigo hacia ti. Porque he aprendido que es mejor morir que perderte. Que mis errores, mi traición, mis delitos, mis errores, me dejaron solo y me hicieron más valiente. Sé, desde que me dejaste que nunca más soltaré tu mano. Que verás…

Enfrentarte a la vida

Vivir mata. Debería anunciarlo en las cajetillas de tabaco y en las partidas de nacimiento. Vivir es una mierda. Nos sueltan en este mundo sin permiso, sin manual de instrucciones, con apenas armas para luchar, y gran parte de ellas defectuosas. Ocho mil millones de locos en un caos infernal, acurrucándonos en los atractores para…

Soy como dos

(Siempre dije que Los Secretos reflejaban, únicamente con sus canciones, la banda sonora de mi vida) Soy como dos. Uno, el que quiero ser, quizá el que soy de verdad: alegre, amable, creativo, ilusionado, soñador. Soñador. Soñador. Cobarde para ser así pero, cuando salgo, cuando sale ese yo espontáneo, alocado, tierno, creo que podría pasar…

Hilo de seda

En el anverso de mi corazón llevo las ciudades que vivimos; las tardes de verano frente al mar y los inviernos con la nieve en la ventana. Llevo en esa parte las carreras por Madrid cogidos de la mano, tus letras en mi espalda, tu risa en mis oídos y esa manera que tienes de…