El título es para despistar a incautos, confundir a los que desean salvarme y llevarme por el buen camino. No, los días no son felices.
Quizá ha sido el corto e intranquilo sueño, el cansancio, la interminable secuencia de tareas sin el hueco de tu pecho para llorarlas.
Además, ha sido época de siembra, y siento las dudas del labrador que desea suerte a las veleidosas nubes, y se cansa de los grajos, ratas o malos vecinos que sólo quieren malograr la cosecha.
Buscando diferencias entre los significados de traición y defección. Por cierto, una vez conocí un planeta llamado Traición.
Hoy tampoco salen mis 4 barcos más veloces, uno hacia cada punto cardinal. No hay motivo. Nos estamos jodiendo la vida, nos estamos quemando los días.