A veces las cartas vienen mal dadas,
a veces tu jugada,
mezcla de azar, destino, fe,
te devuelve una mala baza,
te equivocas de camino,
naces el día equivocado,
en el lugar equivocado,
y caes del otro lado.
O no entras en mi vida,
o te sales.
Y mi canción
muere y la entierran,
hasta que nada queda de ti y de mí.
Y el tiempo pasa,
y el camino se estira,
se aleja,
se pierde.
Suenan las notas lejos,
cantan «Serendipia»,
huele a tu perfume,
restalla tu risa.
Y todo va a su sitio.