Vivimos en una gran mentira, tengo que asumirlo. Ya lo decía el doctor House: todo el mundo miente. A veces to miento, aunque sólo sea por verte una vez más.
Pero si algo me molesta de verdad es que me manipulen. Puedes mentirme para besarme, para morderme, para escaparme, pero no me mientas para usarme, para clavarme la sibilina daga por la espalda.
Ven de cara y miénteme.