No me apetece soñar. No me apetece soñarte. No me apetece deshojar la margarita, irme de concierto. No me apetece abrir la puerta para enfrentarme al mundo, no tengo necesidad. No quiero echarte de menos, ni de más. Nada ni nadie aporta nada, sólo quiero esconderme en la oscuridad y lamer las heridas.
Así que si no viene alguien y me salva, me saca de mi agujero y me esconde una temporada del mundo, esto va a ir para largo, para mal. Para muy mal. Me pesa el aire que tengo encima. Me pesa tu presencia, tu ausencia, el aleteo de las mariposas.