Uno se carga de buenas intenciones por las mañanas, y el día se encarga de ir desmontándolas poco a poco. Así que imagina los días que te levantas con mal pie. Y eso que hoy llevaba buenas intenciones, pero todo se tuerce.
Y es que me canso de ver este lado negativo de las cosas, todo lo que me rodea y que no me llena. Sigo sin ser por fuera el que realmente soy por dentro. Me adapto, pero últimamente no hago lo que me gusta, no vivo como me gusta. Yo vivo de transitorios, el estacionario son situaciones forzadas. Harto de Ítaca tras recorrer el camino, ahora sólo quiero salir de aquí.
Ya es tarde para demasiadas cosas.