De repente va un día y te levantas y te encuentras con que vivías en una mentira que se ha destapado y ya no puedes seguir con toda esa carga. Todo se te viene encima y encima te preguntas por qué, por quién has estado luchando. Que nada vale la pena.
Todo se va a acabar, de una vez por todas. Y ahora mismo no sé qué hacer con mi vida, no sé qué va ser de mi hijo. Él no debe nada en esto, y va a purgar las culpas de otro.
Me esperan tierras frías, verdes y nevadas, y melancolía. Soltaremos todo el lastre y huiremos.
Y yo que creía que todo esto era sentarse y esperar, los lunes al sol. Encima no ha sido la primera vez.