Hoy es un día un poco decepcionante. Quizá como el príncipe loco de la ficción por antonomasia, siento que es esto una conjura de necios, o una búsqueda de Eldorado, o un planeta de los simios. Perdiendo la esperanza por todas las válvulas, la personal, la emocional, la que atañe al ego. Buscando razones para aguantar, para no tirarlo por la borda, para no olvidarte y no llamarte jamás, no verte ni oírte ni olerte ni esperarte noche tras noche.
Hay que eliminar a las personas tóxicas. Por el bien de la sociedad.