Ése es el título del próximo disco de Luis Ramiro, a cuyo estreno intentaré asistir el 20 de febrero (seguro que alguien lo jode). Por ahora es un disco que le pone mi banda sonora a Madrid, donde estoy ahora otra vez. Impagable estar aislado, oyendo las canciones y poniendo esas imágenes melancólicas de las caras desconocidas en el metro, escondiendo mil historias, mil amores, mis desengaños, mil soledades, mil engaños.
Hoy he tenido el vislumbre de que hace tiempo que gané mi guerra y no me di cuenta. Seguí peleando, sigo peleando conmigo mismo, buscando algo que no existe, alguien que no me ama ni respira mi mismo aire, mi mismo anhelo. Aquella victoria inadvertida, desconocida, marcó para siempre el camino del fin. No acepté Ítaca, no acepté que nunca te lograría.
Reordenando todo para poder dar un paso más.