Ahora que ya no me llenas,
ahora que
en la noche insomne
hurgo entre sueños y recuerdos
para acomodarme en tu pecho,
en tu almohada,
en tus caderas.
Pero no me sale.
No te encuentro,
o quizá no me encuentro.
Que de tanto buscarte
me perdí
y no soy yo.
Que con la táctica y las estrategia erradas
acabé en Ítaca con una orden de desahucio.
Ahora ya no,
ahora ya fue.
No hay manera de recuperarte
porque prefiero soledad,
porque en el corazón ya no tiran
los puntos de sutura
de la herida que abriste.
Porque la vida
llama a mi puerta todas las mañanas
y no hay paz para los malditos,
me pide guerra y no contigo.
Ahora que el mundo me ha superado,
me domina,
me arrastra por los rápidos
que dejaron tu desdén y tu indiferencia.
Ahora que me saqué el carné
de náufrago profesional
especialistas en islas perdidas,
en causas perdidas.
Ahora que ya no te añoro,
que no añoro tu vida,
tu ida,
tu pelo,
tu cama.
Ahora que no me quiero ni a mí
y lucho por volver a quererte
pero no me sale.
Ya no sé si es el mundo o la vida,
los blancos o los negros,
los tirios o los troyanos.
Ahora que quiero quererte
no puedo.
Igual se me ha roto
el hueso del amor.
Si quieres sálvame,
aunque ya no valgo mucho.
Si quieres sálvate tú,
y secas tu pelo largo
en la orilla.
En esto de hundirme
tengo mi manual infalible.