Es algo habitual que me ocurre en algunas ocasiones. Me agota escuchar que todo va bien, me superan esta dosis de realidad que me dicen que estamos en manos de facinerosos, de inútiles, de corruptos, que cuesta cambiar este mundo y hacerlo un lugar más habitable, más agradable.
Harto de que este mundo no me deje echarte de menos.