Nunca puedo evitarlo. Será que me sale una vena izquierdista, o revolucionaria. O no es nada: simplemente que creo que hay cosas justas y otras que no lo son, y que la ley nada tiene que ver con la justicia.
Cada vez que veo un policía, sobre todo en manifestaciones, usando su fuerza para hacer cumplir la ley o los intereses de algún político menguado y local, no puedo evitar hacerme mis preguntas y disquisiciones pertinentes.
No estoy en contra de la policía, en el sentido de que hay ciertas normas y reglas que debemos observar, por el bien de la sociedad. pero yo creía que la policía estaba al servicio del gobierno, que está al servicio de la gente, y cuando un grupo de gente decide hacer algo, la soberanía del pueblo debería permitirlo. Pero las grandes o pequeñas manifestaciones, pese a ser más o menos justas, no tienen respuesta del gobierno cuendo éste debiera tenerla en cuenta, ya que es un mero representante. No lo hace; a lo más que llega es a emplear los antidisturbios para repartir estopa a justos y pecadores. Que luego Dios reconce a los suyos.
Y puestos a echarle cojones, me parece bien. Siempre que a mí se me permita defenderme. Si la polocía lleva porras y cascos y pelotas de goma, permítanme llevar algo para hacerles frentes, para hacer frente a quien no respeta mis derechos. Esto está un poco mal visto, pero me gustaría verme cara a cara con las mismas armas y en igual número. Pero no, si alguien no le echa cojones son ellos.
Dicen que el estado es el único que puede ejercer la tortura legalmente. Que sin la represión y el miedo, nuestra sociedad se desmoronaría corroida por la anarquía. Discrepo totalmente. Nadie debe estar, legal o ilegalmente, autorizado para torturar. Y si alguien lo está, el ciudadano debe poder ejercer su derecho de defensa propia (esto me recuerda a la segunda enmienda americana NRA rules!).
Pero aún hay más. Lo que desmiembra una sociedad no es la falta de ley o de represión, sino la falta de cultura. La cultura es la que cohesiona la sociedad, la que hace que el individuo perciba sus derechos, sus reponsabilidades, la justicia. Si hay cultura, no se necesita represión ni ley. Ni políticos.