Yo sólo quería en esta vida despertarme un día y ser feliz. Bueno, en realidad pensaba que a partir de ese día iba a ser rematadamente feliz. Despertarme, mirar tu pelo y dar gracias a la vida por eso, por estar ahí.
Aunque a veces la vida nos juega pasadas demasiado malas. Me ha llevado mucho tiempo distinguir entre lo correcto y lo canónico, que quizá hacer lo que esperan los demás no es necesariamente lo correcto, principalmente porque te abandonas tú, y acabas en donde no querías.
Hay decisiones que inevitablemente te condicionan: dónde vivir, con quién vivir, qué estudiar, ser el perfecto ciudadano, honrado y correcto. Todo acaba por ser demasiado peso en la mochila. Yo sólo quería una biblioteca enorme, música y cine y dedicarme a mí y a ti, sólo quería despertarme a tu lado y dar las gracias al universo. Ahora mismo tengo claro que me equivoqué, aunque no sé si el error está en mí o en ti; me temo lo peor.
Sigo huyendo hacia delante buscando una singularidad espacio-temporal que me saque de este universo.