Ayer comencé a pensarte, porque ya ni recordarte puedo. Decidí, creo que con poco acierto, que volvería a mis 16 años, para empezar de cero y poder buscarte en tu colegio, esperarte, empezar de cero.
Aunque sería un error. Porque ni tú serías la misma ni yo el mismo, y posiblemente el tiempo nos trataría peor que nos trata ahora y entonces acabaríamos odiándonos, sin vernos, y yo desearía desde allí volver a los 16 años para no conocerte ni odiarte y poder amarte sin saberte.