Son momentos difíciles. De vez en cuando uno pierde la fe un poco más de la cuenta, uno se siente más solo, más luchando contra molinos o gigantes, a estas alturas ya no distingo, sólo embisto.
Este fin de semana va a ser muy duro mentalmente. Duro por muchos motivos que no pueden ser contados aquí, pero principalmente porque el reto está en no dejar de ser yo y convencer a la gente de que otra Rafa es posible. De que este Rafa es posible y plausible. No quiero vender humo, no quiero vencer, quiero convencer. Legalidad, legitimidad y poder: primero vamos a por el segundo.