Comienza la semana

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Todo se escapa de mi control. No tengo manera de atar los sentimientos para mantenerlos a flote en el marasmo que me rodea, y veo cómo se van hundiendo sin remedio. Una terrible falta de fe en que otra vida es posible, atrapado por las circunstancias y sin poder huir contigo, a quien ya ni conozco ni te puedo poner cara ni risa ni llanto.

Esta aventura equinoccial me cuesta especialmente cara.

¿Y si hablamos un ratito?

2015-02-18 17.48.12