Vergüenza de país.

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Justo cuando ZP dice que nos van a caer encima las nuestras y las de un bombero, algo de lo que para darse cuenta no hace falta más que vivir aquí, todavía resuena en mis oídos la noticia, el globo sonda o vaya usted a saber qué que, si la vivienda baja mucho su valor en el futuro, los bancos podrán pedir más avales para las personas hipotecadas. Acojonante. Es decir, tanto bancos como inmobiliarias han estado unos años cobrando el oro y el moro por los ladrillos y el dinero, sabiendo que todo estaba más que sobrevalorado. Por ejemplo yo, que pagué 20 millones por mi casa y ahora vale 40. Bancaja no me ha llamado para decirme que me baja la hipoteca porque ahora mis avales exceden la hipoteca. Ah, se siente. Que todo esto era insostenible estaba claro, y la pregunta era cuándo iba a petar. Pero mientras hay pila hay alegría, y todos iban a trincar lo que se podía: bancos, inmobiliarias y clientes, porque no olvidemos que esta burbuja tiene dos partes: los que cobran y los que pagan, y todos nos hemos subido al burro.

Habían noticias de enormes beneficios de las promotoras e inmobiliarias, por no hablar de los sempiternos beneficios record de los usureros. Pero cuando esto empieza a recuperar la normalidad o el sentido común, las inmobiliarias olvidan los beneficios de los 7 años anteriores y chapan, dejando a proveedores, trabajadores y clientes colgados y arruinados. Nadie les obliga a emplear esos multimilonarios beneficios para dar la cara. Los bancos no pueden cerrar, pero tienen a los gobiernos cogidos por los huevos, y no van a renunciar a los beneficios. Así que cambiaremos la ley para que todo siga adelante. Los gobiernos, PP y PSOE y del color que hubiera hecho falta, han permitido que toda España trabajara para hacer ricos a cuatro; han permitido que la riqueza se ultraconcentre y la gente se empeñe hasta las cejas; han permitido que el modelo económico se pusiera al borde del abismo con el único fin de enriquecerse y enriquecer a sus amigos más y más. Y ahora, cuando todo está al borde de irse a la mierda por su culpa, nos piden que nos esforcemos para mantener el «statu quo«, para que esto no acabe como una mala secuela de Argentina o de Mad Max. No les dicen a los bancos e inmobiliarias: ¿os acordáis de toda esa pasta que habéis sacado? Pues meted una poca, que esto se nos desmonta. No. Lo ponemos todo sobre las costillas del pueblo, que todo lo aguanta y, dicho sea de paso, para eso están.

Para jodernos y para mantener a tanto político, sinvergüenza, hijo de puta y gilipollas que hay en España. Que a este paso es que no van ni a caber.