No puedo contaros nada

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No sé por qué ocurre esto, pero es la presión y los nervios, el estar al borde de la depresión, que hace que sólo quiera dormir, estar solo y no enterarme de nada. Las decepciones del corazón, que no de la cabeza, también pasan factura, que no por más esperadas duelen menos. Y ese sempiterno dudar, no saber qué hacer, qué es lo correcto. Normalmente lo correcto es lo que más duele, pero a veces el subconsciente te traiciona y acabas soñando en otro mundo, en otra vida, pero a tu lado.