Ahora ya el objetivo es sobrevivir hasta Pascua, con la esperanza de poder rehacerme en esos pocos días y afrontar lo que me queda. Pero los problemas me asaltan y me entierran, y no hay manera de sacar la cabeza, ni fuerzas para aguantar.
Y es que últimamente todo falla, no hay manera de hilar dos puntadas seguidas, y me falta el aire y la esperanza, y me faltas tú y mi consecuencia, justo ahora que había decidido rendirme. Rendirse: eso sería lo más cómodo, si hubiera alguna manera de encontrar fuerza en la rendición para seguir arrastrando todo lo que llevo a cuestas, mi particular Sísifo, mi plebeyo Atlas.
Pero nada, tareas de cerrajería para blindar el corazón, que la travesía que se avecina se adivina dura, y los indios tiran a dar.
Besos.