Anoche fui a ver a Luis Ramiro a casa de Reyes, aunque ella no estaba. Como casi siempre, fui solo a conciertos de desamor. No sé si fue lo mejor, me falta compañera para conciertos, pero si la encuentro puede que ya no volvamos, y cerremos todos los bares, y quememos la ciudad y nos casemos en Las Vegas. Gracias, Luis.
«Siempre te puedes fiar de las malas personas: no te decepcionan nunca»