Un día largo

en

Largo que se alarga aún más, como la sombra del ciprés, como «el puto año» que nos está barriendo poco a poco. Quizá mañana tenga un respiro para poder rehacerme y afrontar de nuevo el jueves. Sigo aquí, perdido en la ciudad, sin auriculares, sin batería en el móvil, sin coche, sin dinero, sin esperanza. Más que nunca perdido.
Lost man