Tras una mala, malísima semana, empiezo a ver algo de luz, algo de ganas para seguir. De nuevo intento proponerme esas tareas que, a fuerza de posponerlas, ya son de la familia, y muchas de ellas tienen una fecha de caducidad que me va a torpedear, antes o después.
También he empezado a limpiar. Este fin de semana tiré a la basura más de 500 CDs y DVDs grabados con datos, películas, etc. que había ido acumulando en los últimos 10 años y que, en los últimos 5, ni los había usado. Lo mismo ocurrió con cintas de cassette de cuando éramos jóvenes, y algo parecido le va a ocurrir a todo el hardware que almacena mi síndrome de Diógenes, o a los números del Investigación y Ciencia que guardo desde 1994, algunos números de Kiss Comix o la colección completa de música étnica de Interfolk. Limpiando épocas completas de mi vida para hacer sitio al olvido o a nuevos datos.