Perdón por la tristeza

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Hoy es mi último día de trabajo. Por tanto, mañana empiezan mis vacaciones. Otro año más, sin ganas, y eso que creía necesitarlas.

Pero no, no las necesito porque no van a arreglar nada. Todo es un problema tras otro, poco dura la alegría en la casa del pobre, y no hay descanso ni tranquilidad ni paz.

Así que las vacaciones se presentan regular. Quizá dormir, leer y ver películas, que es lo que no puedo hacer durante todo el año. Con tantos y tantos malos rodeando el fuerte, no estoy para alharacas.

Y nada más. Con todo lo que anoche en mi insomne noche pensaba poner, ahora vuelvo a estar vacío.

Sonreír, sondormirse, sonregar… Cosas mías.

Nos vemos en septiembre.