Así, más o menos, y usando las palabras de Bilbo en El Señor de los Anillos. Disperso y abrumado, con ganas de paz y de quitarme de encima tanto ruido, tanto tráfago, tanto trabajo que no lleva a ninguna parte. La semana que viene a Londres, sin ganas, para variar. Necesito arrojar lastre y vivir un poco, disfrutar esas pequeñas cosas.
No va a ser una buena semana.