Se acaba mi trabajo, que no mis preocupaciones y mi incertidumbre. Acabará esta jornada, y quedará tanto por hacer que aún tendré que escaparme un par de días a adelantar faena para que no me pille el toro a volver.
Hoy, si puedo, veré a una vieja amiga, dejaré a una nueva colgada (lo siento) y empezará mi travesía de avería, redención y reflexión: Semana de Pasión y Muerte de un servidor.
Nos vemos.