No han llegado los bárbaros, aunque llegarán; no hay que dudar de la señora Merkel, que es física y eso es importante. Parece mentira que esa poesía de principios del siglo XX tenga todavía tanto significado y vigencia.
Empieza mi año. Empiezo mi trabajo y vuelvo, aterrizando en el trabajo tras un mes de agosto insulso y desaprovechado, y un fin de fiesta con problemas con los cajeros y los cacos que han hecho el comienzo más complicado e interesante. Y aún no ha acabado, espero que acabe pronto y me deje la cabeza y el corazón preparado para el combate.
Mucho trabajo, pocas ganas y alegría al ver a los compañeros, a todos, por estos lares.
Empezamos.