Pasa el tiempo. Empiezan mis vacaciones, perreando, sin ganas. Sin ganas de salir a correr ni de ver a nadie. Con ganas de olvidarme de una vez por todas de todo y de todos. De cerrar los ojos y soñar que todo va bien, que todo ha sido un mal sueño. Que tengo una vida decente.
Sigo sabiendo que si tuviera otra vida añoraría ésta, pero sigo igual. Igual de desenfocado y decepcionado. Soñando siempre, cargado siempre de errores y heridas que pesan más y más. Y la esperanza sigue perdida, se habrá ido de putas.
En fin, ¿qué quieres que te diga? Sólo me queda esperar y que se pase todo, me cure o lo que coño sea.