Salir en la foto

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Acabo de venir de dar clase, y en el vestíbulo de Farmacia había una colección, una exposición de fotos de la universidad desconocida, de aquello que no se ve. Paradójicamente, en las fotos salía, muy bonita, aséptica y bucólica, la universidad que nos venden todos los días. Ni una sola, ni una, mostraba la realidad cotidiana, la sordidez, el esperpento a que nos vemos sometidos día a día en esta universidad retorcida y aviesa. Nada que ver con la realidad real. Siguen fabricando esa realidad virtual que, a base de machacarnos y metérnosla con embutidor por ojos, boca y oídos, pretenden que todos creamos que vivimos ahí. Y a veces lo consiguen, triste país.

Pero en esa realidad virtual de la universidad que desean vender aparece en varias fotos el rector actual ( y el antiguo). Creo que aún no ha tenido lugar su coronación, aunque el sentido común dice que no está la plaza para muchos fastos y oropeles. Vemos a ese rector incapaz a los pies de un radiotelescopio, estando allí con cara de interesado para salir en la foto. O recibiendo a importantes y desconocidos para mí personajes, orgulloso y pagado de sí mismo. Y varias más.

En este país lo importante no son los resultados sino las apariencias. Cualquier persona que tenga poder sólo quiere que los demás creamos, sepamos que lo tiene y ha estado ahí. No le importa cómo vaya la corrida, sólo quiere salir en la foto.

Porque sabe que luego nadie le pide cuentas, aunque deberíamos. Como en Francia. Si 10 millones de votantes eligen a 500 hijos de la gran puta porque alguien tiene que gobernar, y esos gobernantes, en su infinita bondad y sabiduría deciden hacer una ley que no gusta a una buena parte de los votantes, éstos salen a la calle y protestan. Porque os pusimos ahí, os dimos nuestro voto para que nos sirvieráis, no os dimos poder absoluto para hacer y deshacer a vuestro antojo o a vuestro beneficio. Estáis ahí a cuerpo de rey para nuesto beneficio, y si enlugar de eso es para nuestro perjuicio, igual que os pusimos debiéramos poder echaros. Y como grandes hijos de de la gran puta que son todos los políticos, apenas si hay mecanismos para que los votantes puedan repudiar o expulsar a nadie. Sólo quedan huelgas, algaradas y tocamiento de cojones. Ajenos, por supuesto.

Aquí no. Somos tan mermados que les permitimos que, de nuestros diezmos, alcabalas y prebendas que les otorgamos, viven como Dios sin Dios ni amo. Pero saben que no toda impunidad es tolerable. Así que contruyen un universo paralelo, una realidad virtual a base de fotos, telediarios y periódicos para decir que la universidad va bien, que España va bien. Su preocupación es salir en la folto, mientras detrás del decorado se viene abajo una realidad cochambrosa en la que peleamos los de a pie día a día, supongo que creyendo y envidiando a todos esos que parecen vivir en el decorado, aspirando a ocupar nuestra plaza en esa realidad que nos venden tanto que al final creemos que debe de existir, aunque sea en la ínsula de Barataria.

Salir en la foto. Señor recto, si quiere le hago un retrato. A usted y a todos los vicerectores, políticos y chupatetasdela vaca que esquilman al país más rico del mundo. Porque con lo que se roba, nunca se acaba. A ver qué orgullosa patria puede presumir de esto. Y de tener tanto hijo de puta y soplapollas por metro cuadrado.

Mazúrquica modérnica

Letra y Música de Violeta Parra


Me han preguntádico varias persónicas
si peligrósicas para las másicas
son las canciónicas agitadóricas.
¡ay que pregúntica más infantílica!
Sólo un piñúflico la formulárica,
p’a mis adéntricos yo comentárica.

Le he contestádico yo al preguntónico:
«Cuando la guática pide comídica,
pone al cristiánico firme y guerrérico
por sus poróticos y sus cebóllicas.
No hay regimiéntico que los deténguica
si tienen hámbrica los populáricos».

Preguntadónicos partidirísticos
disimuládicos y muy malúdicos
son peligrósicos más que los vérsicos,
más que las huélguicas y los desfílicos.
Bajito cuérdica firman papélicos,
lavan sus mánicos como Piláticos.

Caballeríticos almidonádicos,
almibarádicos, miniminimini…
le echan carbónico al inocéntico
arrellenádicos en los sillónicos.
Cuentan los muérticos de los encuéntricos
como frivólicos y bataclánicos.

Varias matáncicas tiene la histórica
en sus pagínicas bien imprentádicas.
Para montárlicas no hicieron fáltica
las refalósicas revoluciónicas.
El juraméntico jamás cumplídico
es el causántico del desconténtico.

Ni los obréricos
ni los paquíticos
tienen la cúlpita, señor fiscálico.

Lo que yo cántico es una respuéstica
a una pregúntica de unos graciósicos,
y más no cántico porque no quiérico;
tengo flojérica en los zapáticos,
en los cabéllicos, en la camísica,
en los riñónicos y en el bolsíllico.


Piñúflico — Piñufle – Don nadie.
Guática — Guata – Tripa.
Poróticos — Porotos – Alubias.
Bataclánicos — Bataclana – Mujer que trabaja bailando en
lugares de mal vivir.
Refalósicas — Refaloza – Danza típica chilena.
Paquíticos — Paco – Policía.