Abandono el número mágico

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Mañana, 6 de diciembre, cumplo 43 años. Uno más y uno menos.

Un año para olvidar, o quizás no. Quizá los años de la vida malos son los únicos que nos enseñan algo. Personalmente este año he perdido mucho, he aprendido mucho, he llorado mucho. No se cerraron las heridas del pasado: todo lo contrario. Pero he descubierto facetas de mí mismo que no no conocía. He conocido la derrota, la traición, la defección, el abandono, la decepción.

Ha salido, no sé si más fuerte, pero he salido. La próxima vez que le encuentre no pienso fallar. (Me enfrentaré al hombre con seis dedos y le diré: Hola, me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir.).

Somos de la Brigada Brutal