Este año la música ha cambiado demasiado. La música que elegí para 2010 acaba por hacer sangrar mi corazón roto, muerto y enterrado hasta nueva orden. Supura bilis negra cuando la oye, cuando recuerda el dolor y la mentira. Este año las canciones de 2011 son muy distintas. Melancólicas, desesperadas, solitarias. Para lamer heridas. Serían canciones para escuchar en la oscuridad, en la más absoluta soledad, sin nadie al lado, ni en el futuro, ni en pasado. Para enfrentarse, sable en mano, a los recuerdos, y matarlos o morir.
- «For you«, Angus y Julia Stone. El descubrimiento de este final de año triste y malherido. La voz que acaricia tu corazón, la pureza anhelada, la catársis que nos limpiará y volverá a levantar tras esta caída a los infiernos. Lo intento, lo juro que lo intento, y lo intenté, una y mil veces.
- «Pequeño vals (volverás)«, o «Acuérdate cuando te hablen de mí«, o «Dispárame«. Cualquiera del último disco de Rebeca Jiménez, «Valiente». Y eso que me prometí no poner ninguna canción de éstas, pero no puedo sacarlas de mi cabeza, no puedo vivir sin ti.
- «Está prohibido llorar» de Los Secretos. El grupo del desamor por excelencia, las calles mojadas de Madrid, las noches de lágrimas, el dolor del amor muerto. Nadie como Los Secretos para volver atrás y arreglar tres o cuatro errores.
- «En este mundo raro«, del último disco de Los Secretos. Cómo no, desamor, desamor, desamor en vena. Pero hay más: todas las del disco van directas a mi corazón, maltrecho y ajado, cerrado por derribo.
- «De haberlo sabido«, Quique González. Este año tiene su gira desbandada, y tengo que ir, solo, donde nadie me conozca, para poder llorar hasta que me quede sin lágrimas.
- «For Birds«, James Moss featuring The Staves, en The Flowerpot Sessions. El descubrimiento del año para mí, esta puerta hacia otras músicas. Impagable ese «You are the one that I want«, para morir o matar por ella.
- «Los huesos de los besos«, de Fito y los Fitipaldis. Otro descubrimiento agridulce que no me abraza por las noches.
- «Can’t help falling in love«, del disco de versiones de Chris Isaak «Beyond the sun». Los viejos rockeros nunca mueren, como las viejas canciones, como los viejos amores.
- «Al respirar«, de Vetusta Morla. Este año que todo moría creo que me he dedicado a buscar voces frescas, suaves, terciopelo para las heridas.
- «Será«, de Gastelo. Voz y letra y dos balas en la recámara de mi corazón.
Como veis, es el desamor y la tristeza lo que hace que 2011 acabe mal, peor que mal.