Estoy ahora viendo esa película. Hace poco viajé a Brujas, uno de mi mejores y a la vez peores viajes. Revisitando Brujas me apetece perderme allí, esconderme allí, esperar a que mi cabeza se aclare y mi suerte cambie.
Pero no ocurrirá. Tengo presciencia para las cosas malas, y sé que no me ocurrirá. Que no me ocurrirá nada bueno de lo que deseo.
Así que me apetece perderme en Brujas, o en Valkeakovski (Finlandia), donde me ha salido una oportunidad. Perdido con la esperanza de que alguien me encuentre, o de encontrar a alguien. O de que se pierda también. Pero todos somos cobardes, yo el primero.
Prometí no escribir nada sobre mí, pero sólo sé hacer eso últimamente. Lo siento.