Esto es para ti, aunque tú no lo sepas. ¡Me queda tanto por decirte, tanto que no diré nunca! Y pese a todo…
Muchas veces me pregunto las vueltas que da la vida.La mía y la de los demás. Me pregunto cómo puede haber gente tan ciega como para no darse cuenta de su error, de su cárcel. Tan anestesiada que soporta su dolor, sin atreverse a mirar por la ventana y descubrir que hay vida, mucha vida con tan sólo atreverse a salir.
Me enerva (enervar: debilitar, agotar) escucharles decir que todo va bien, sin darse cuenta de todo lo que están perdiendo, de cómo se hunden irremediablemente en el fango, que los atrapa y asfixia. Nadie hace nada para salvarse, ni siquiera yo. Nos acostumbramos al marasmo por miedo a la felicidad.
Salta conmigo al vacío, sálvate conmigo, no creas que el teléfono va a darte los números que buscas. ¿Por que te los daría? Solamente vendrá lo que tienes preparado y resuelto, el triste reflejo de tu esperanza, ese mono que se rasca sobre una mesa y tiembla de frío. Rómpele la cabeza a ese mono, corre desde el centro hacia la pared y ábrete paso, y huye como sólo los valientes pueden huir, donde sólo los valientes pueden hacerlo.
-La gente cree que soy valiente, pero no.
-Los valientes son aquellos que ven claramente lo que esta delante, gloria y peligro por igual y,sin embargo, van a su encuentro.