Mentiras arriesgadas

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Hablaba con Juan G., ayer por la mañana, de lo falsa que es la vida. Peleas por alcanzar algo, con la esperanza, vana por otro lado, de poder descansar. Así que luchas y te afanas y mueres por alcanzar ese algo, y ésa es tu meta. Mas cuando llegas todo vuelve a empezar, otra nueva pelea te obliga a posponer tu descanso. Sísifo y su eterna condena.

Así que todo te supera, tu vida profesional, personal y familiar se derrumba y no haces más que atorar vías de agua y rechazar la embestida, maldiciendo tu vida, todas tus vidas.

Necesito otra vida, pero no la tengo, ni la tendré; ni siquiera la esperanza de cumplir sueño alguno. Sólo la certeza de que esta pelea sólo acabará cuando me rinda, cuando acabe mi vida. Dijo Jeremiah Johnson que el día que te cansas es el día que pierdes. Y perdí hace mucho tiempo.