El tío Osuna

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Geldo desde la Masía Marín
Geldo desde la Masía Marín

No sé qué día, creo que fue ayer, mientras salía de Segorbe con destino a Valencia, al pasar por Geldo vi a Osuna.

Hace tiempo, entre el 81 y el 95 más o menos, mi familia tuvo un bar en Geldo. Mi abuelo era de Geldo, y tengo allí a toda la familia de mi padre. Pasamos muchos años, desde mis 13 hasta mis 23 más o menos, aunque los últimos más entre Valencia y Segorbe. Toda mi juventud, una parte importante, extraña de mi vida, transcurrió allí.

Aquello era una familia, bien o mal avenida. Vivir en una película de Buñuel o de Berlanga, en la España real de la que muchos se ríen ahora. Y había mucha gente, muchas personas. Con las que había una relación habitual, una familiaridad, una costumbre. Habías vidas e historias entrelazadas.

Como este hombre, amigo de la familia, defensor de la misma,

Y luego, un día, por lo que sea, todo se acaba. Todo sigue estando ahí, a 2 kilómetros, pero ya no queda nada ni nadie. Y esas vidas tan imbricadas se desenredan y no pasa nada, ¿dónde va todo eso? (¿dónde van los besos que no damos?).

Tanta gente, tanta historia, tanta vida, pero nunca queda nada. Ni siquiera nosotros.