Ayer estuve viendo esta película. No entera, últimamente no tengo tiempo. Siempre la pongo cuando hay que levantar la moral, por una cosa u otra.
Mientras comíamos estuvimos analizando la situación en que vivimos, hablando de la corrupción inmensa en la que estamos inmersos, de cómo está todo un país trabajamdo para sobrevivir y hacer ricos a banqueros y políticos. Las cosas no van bien.
Lo que ocurre aquí es que no falta un plato de comida en cada mesa, de eso sí se preocupan. Malvivimos, nos acostumbramos a eso, y los políticos navegan y guardan la ropa. Para que no pase lo que en Bolivia, que la gente se ha echado a la calle porque está hasta los cojones.
Pero tarde o temprano va a pasar algo. Porque se ha acabado la teta de la UE. Porque la hemos esquilmado (bueno, ellos, porque yo sigo igual o peor que hace años), y el país sigue igual: los ricos más ricos y los demás a pelear. No somos un motor económico, no somos una potencia tecnológica, y en cuanto soplen los vientos de crisis se nos lleva la paradeta a la carrera.
Empezaremos a ver hipotecas ejecutadas, embargos, paro, empezará el llanto y el crujir de dientes y nos pregúntaremos ¿por qué?
Han sido ellos. País desgraciado de tan mala suerte que tiene. Putos políticos.
PS. Se me queda en el tintero la historia de la película «El mejor», la historia de Cavanilles o la del rector de esta universidad que sigue en su línea. Si por un día tuviera poder absoluto, esto iba a ser la leche…