Me equivocaría otra vez

en

Se acaba esta semana, y empieza la rutina, ya de verdad. Con las clases «ad portas», buscando acabar con el transitorio y entrar en el estacionario. Cansado, pero vivo.

Así que nada, no hay novedades aparte de mi sempiterna melancolía, de esa tristeza por las vidas que no viví, por los sueños a los que renuncié y que, ahora y siempre, me pasan factura en noches largas y pesadillas tortuosas. Me queda el triste, penoso consuelo de que, en esa otra vida, estaría deseando vivir la que ahora vivo.

Lo dicho, triste consuelo.

Se torció el camino, sabes que no puedo volver…

Fito y los Fitipaldis: me equivocaría otra vez