Pese a que todo el mundo me pregunta si ya estoy de vacaciones, con la consiguiente explicación que los profesores sólo tenemos oficialmente un mes de vacaciones, que el resto del año no trabajamos, y que a mí me pagan por dar clases e investigar y cuando no hago uno debo hacer lo otro, hacer mis 35 ó 40 horas semanales y todo, pues bueno, pese a todo eso, ésta ha sido una semana terrible, con trabajo, líos, reuniones y un sin parar que por fin hoy llega a su fin. espero que, al menos mi cabeza, pueda relajarse la semana que viene.
Y me cabreo oyendo las noticias de la corrupción, de las cajas de ahorro, de los catalanes y la selección. Me reafirmo más que los políticos, en connivencia con periodistas y TV, se empeñan en vender una realidad que no existe en la calle, de la que la gente pasa. Pero ellos ahí, sin dejar de dar mecha, porque saben que el día que paren de meter ruido y de mentir nada va sostener su mentira. Se automantienen, puñetera plaga de langosta.
No me gusta el fútbol y no he visto un partido de la selección, pero me alegro de que llegue a la final (no sé por qué, creo que perderá, pero no hay una sola razón lógica que me permita apoyar la tesis como la antítesis). Una dosis de ilusión, triste ilusión. triste el país que necesita héroes, aunque sean futbolisticos.
Y del amor, mejor no hablar. Demasiadas malas mujeres en mi vida.