Quién sabe, quizá algín día podamos hacerlo. Renunciar a este país y apuntarnos virtual, realmente, a otro país. República, monarquía, democracia, tiranía… cada uno escoge a quién servir, por cuánto firma el contrato y cuánto paga de impuestos. Y luego esa monarquía ya se encargará de pasar cuentas con el territorio: España o como se llame este putiferio. Yo sería feliz siendo danés, pagando allí mis impuestos y que la corona danesa (por poner un ejemplo, por decir un país) pagase a España por mí.
Poder elegir país y, lo que es más importante, paisanos.