Sentado a las puertas de tu corazón, sólo puedo ver una sonrisa infinita, sentir la humedad de tus lágrimas, el calor de tu abrazo, los espinos que sembré en el lecho y una ternura que mueve montañas.
Sentado a las puertas de tu corazón, veo pasar meteoros invisibles por mi alma, encuentro flores, piedras, mensajes, rutilantes estrellas y flamígeros infiernos; mapas con ríos desconocidos pintados de rojo y negro.
Sentado a las puertas de tu corazón, te pido perdón, cobijo, asilo; te doy casa, abrazo, beso. Te digo que nunca volverás a estar triste, sola, derrotada.
Sentado a las puertas de tu corazón pienso acabar mi vida contigo.