Sé que estás ahí.
Rota, perdida, herida.
Por mi culpa,
por el mundo cruel e injusto,
por mi culpa,
por mi crueldad o injusticia.
Te pido perdón,
Aunque sea por última vez.
Nosotros, los de entonces,
no somos los mismos.
Yo
ya no soy el mismo,
perdona si no te reconozco:
he cambiado mucho.
Pero sé
que tú
estás ahí,
y yo,
aquí,
lo dejo todo
para irme contigo
y empezar de cero.
Te quiero.
Ven.
O voy.
Pero no nos quedemos mirándonos,
entre lágrimas,
sin hacer nada.