exactamente igual que ayer.
Ha salido de casa a encontrar un sitio donde poder imaginarte, donde poder hablarte; donde este mundo deja de ser loco y se vuelve sencillo, amable, reconfortante. He salido a correr como excusa para estar más cerca de ti, para poder echarte de menos en condiciones, para recargar pilas y lamer heridas que no cierran porque me empeño en mantenerlas abiertas.
He dedicado mi tiempo a imaginarte, a imaginarnos, a recordarnos; a ponerte rostro y voz y calor a tus abrazos. También he decidido escribirle una carta a mi hijo, a mis hijos, para decirles simplemente que sean felices, que persigan sus sueños, que no sean como su padre.
Te he echado de menos en lugares que son buenos para mi corazón, pero te he echado de menos. Porque me faltas tú.