El sábado me fui a Carrefour, y me compré el último CD/DVD de Quique González, «Daiquiri Blues». No me he puesto enfermo: lo primero que hice fue pasármelo a mp3 y guardar el disco. Lo tengo en la PDA, en el portátil y en del curro, para oírlo cómo y cuándo quiera; los CDs se han vuelto poco prácticos, engorrosos. Y ahora aún es peor, con las discográficas metiendo un DVD con alguna chorrada, supongo que con la esperanza de que no se copie tanto y la gente se lo compre. Pedazos de gilipollas sinvergüenzas y ladrones, indistinguible el collar del perro de la SGAE.
Nadie podrá con nosotros, Quique González
El disco costó 20 eurazos, que en cierto modo me duelen; me duelen por todos los que chupan de ese disco sin merecérselo. Hace tiempo que sólo me compro la música de aquella gente que me interesa y, a la que en cierto modo, apoyo comprando ese disco. Gente que es más o menos coherente y me gusta tener su CD, como si eso me uniese más a ellos por tener algo físico a lo que amarrarme. Me compro todo lo que salga de Los Secretos, de Quique González y algo de música celta. También compro CDs baratos en las ofertas de gente que me gusta. Dejé de comprar a Ismael Serrano por su amor a la SGAE: que le mantengan ellos. Se puede estar con Dios y el Diablo, pero sin abrir la boca; si lo haces, traicionas a alguna parte.
Respecto del disco, muy de Quique. Está bien, quizá estoy tan acostumbrado a sus otras canciones que estas aún no me emocionan. Pero está bien. Además, por lo que leído el propio Quique González pone pasta para producir el disco. Puedes poner una vela a Dios y otra al Diablo, pero dentro de ti has de saber que le pides a cada uno. No hay nada malo en eso.
Hoy va por ti, Quique. Valor y al toro.