Días de esos en los que te cansas de pelear en guerras que, hace tiempo, dejaron de ser tuyas: simplemente la vida te arrastra, te lleva, te transporta de A a B mientras tú ansías C, o D. O, simplemente, dejar de pensar. Demasiadas letras para un lunes.
Así que quiero huir. Quiero que nada duela, quiero despertarme y tenerte sobre la cama, todo el día. Todos los días. Ya no necesito nada más, salvo paz, y tú entre mis brazos.
Hora de partir, hora de morir.