Ayer y mañana

en
Seda y hierro, Tontxu
¡Tengo tantas cosas que contaros
y tan pocas líneas!

Ayer me quedé con tus manos,
tu mirada, tus besos,
y ese abrazo infinito
que me curó la tristeza:
hoy vivo
de toda la alegría que me prestaste.
Ayer me la salvó la música
que hizo el ruido de tus pasos,
y el chocar de los vasos
brindando por nosotros.
Ayer fue un día
en que el mundo y tú
me besasteis en la boca.

Mañana, no obstante,
es un día esperanza.
De alegría.
Es un día de carpinteros
que abren la puerta a nuestro puente.
Es un día de baile,
de sonrisas, de llegada.
Un día para dar gracias
por la risa, las lágrimas
y el tiempo recorriendo
este largo camino
juntos.

Hoy escribo un poema
de amor,
de esperanza,
de agradecimiento,
de alegría,
de felicidad,
de música,
de futuro.
De finales felices
y comienzos alegres.

Hoy no escribo un poema bonito,
lo siento, amigos,
pero sí es un día bonito.

Gracias.