Pasan los días y sigo desorientado, sin ganas apenas de ocuparme de ciertos asuntos (como mi empresa), abrumado por este país de mierda en el que vivo, con estos políticos de mierda, con tanto hipócrita por metro cuadrado que si volaran no veríamos el sol. Con esa tele de mierda que da asco verla, sobre todo la pública. Conun país que se desangra económicamente con la garantía de 3000 años acogotando al vecino y chupando del bote, prevaleciendo el sinvergüenza sobre el honrado.
¡Qué se le va a hacer! Voy a intentar buscar un rincón donde refugiarme; últimamente tengo la impresión de que el tiempo, de que las fuerzas se me acaban.