Acercándose a Ítaca, ya sin remedio. El día 6 de octubre tengo una oposición a la que me presento yo solo para ocupar mi plaza, de futuro funcionario. Trabajando a toda máquina, con el miedo en el cuerpo, un miedo incomprensible que nos ayuda a sobrevivir. Con el examen de mi asignatura casi corregido, con las clases del máster y de la titulación empezando el lunes y con mi empresa requiriendo tiempo y tiempo.
Como en los viejos tiempos. Sólo falta la gripe A.